martes, 27 de julio de 2010

Invitación Esteparia


DESEOSA

espanto mi ceguera
cansada de ver
el pasillo infinito
del desarraigo.
deseosa de no buscar
lo que encuentro
y aguardar
lo que se busca
para descansar
mi idea perra
de ser la correa
del tiempo.


PRECISIÓN SILENCIOSA

Este país es un caballo cegado
que cabalga con la crin encendida
entre la neblina blanca de Petersburgo
y se diluye debajo de mis párpados.
En la oscuridad,
la precisión silenciosa
de los objetos iluminados por la luz lunar,
azota como un látigo.
Todo huele a última nieve.
Una mosca desvanece ante su reflejo
en el amarillento grano de azúcar.
La cara ennegrecida del icono
cava un pozo en la esquina
y desaparece.
Afuera, el río escarlata derrubia
huesos de los tártaros y de los poetas.
Las partículas derrotadas caen sobre mí, en mí,
convirtiéndome en una estatua.

Natalia Litvinova

30 de Julio a las 19:30 hs

Casa de la Lectura
Lavalleja 924

Presenta Leli Busquet
Se referirán a la obra los poetas Javier Galarza y Ezequiel Zaidenwerg


Los poemas de Natalia en :
http://ciclopaenlabocadeunmudo.blogspot.com/
Las traducciones (poesía rusa) de Natalia en:
http://www.animalesenbruto.blogspot.com/

miércoles, 14 de julio de 2010

igualdad



Se aprobó La Ley de Matrimonio Igualitario, con 33 votos a favor, 27 en contra, 3
abstenciones y el llanto de Negre de Alonso.

miércoles, 7 de julio de 2010

Pan Gu Mitología Oriental


El mito de Pan Gu (Pan Ku)

Hace mucho tiempo el cielo y la tierra eran un caos parecido a un huevo, del que nació Pan Gu y donde vivió durante dieciocho mil años. Cuando se crearon el cielo y la tierra, los puros elementos yang formaron el Cielo y los burdos elementos yin formaron la Tierra. En medio, Pan Gu se transformaba nueve veces cada día: ya como Dios en el Cielo o santo en la Tierra. Cada día, el cielo se elevaba tres metros y la Tierra se espesaba otro tanto. Así fue durante dieciocho mil años. Entonces el Cielo alcanzó su altitud máxima, la Tierra su profundidad extrema y Pan Gu su extensión extrema.
Los seres vivos empezaron con Pan Gu, el antepasado de los diez mil seres. Cuando Pan Gu murió, su cabeza se convirtió en un gran pico sagrado, sus ojos se volvieron el sol y la luna, su grasa los ríos y los mares, sus cabellos y sus pelos los árboles y otros vegetales, su aliento fue el viento, su voz el trueno y el relámpago. Y por último… las pulgas que vivían en su cuerpo se convirtieron en la humanidad.

Según otra interpretación, cuando Pan Gu estaba contento brillaba el sol, pero cuando estaba enfadado negras nubes cubrían el cielo.
La tradición taoísta suele representar a Pan Gu como un ser primitivo velludo que lleva un gran martillo con el cual rompe la roca primigenia (huevo negro)

Hay zonas del sur de China donde el culto a Pan Gu todavía pervive, levantándose multitud de templos y pabellones en su honor. Entre esos pueblos, es representado como un ser con cuerpo de hombre y cabeza de perro y se le conoce con el nombre de rey Pan. En una de esas leyendas, se cuenta que Pan Gu se casó con una princesa como recompensa por traer la cabeza del rey Fang al rey Gao Xin, quien había prometido la mano de su hija a quien le trajese la cabeza de su enemigo, y fue Pan Gu quien realizó tal empresa. Pero la princesa no quería ser vista con aquel ser, con cuerpo de hombre y cabeza de perro, y se mudaron a las lejanas montañas del sur de China.


Fuentes:
Vladimir Grigorieff “Mitologías Orientales”
http://www.cervantesvirtual.com/
http://mitologiachina.idoneos.com/


Vanesa Aldunate